Hoy en día se tiende a pensar que “Oriente” es más espiritual, con lo cual se adoptan prácticas religiosas, tales como la meditación, la relajación mental… creyendo que nos abren la conciencia a una realidad superior. Con el respeto que merece cualquier enfoque espiritual o religioso, la Cabalá advierte que tales métodos, aunque nos pueden hacer sentir mejor respecto a las cargas existenciales que tenemos en la vida moderna occidental, no nos conducen a la vida espiritual plena y verdadera. La espiritualidad es lo contrario a nuestra propia naturaleza egoísta, aunque sintamos una gran atracción hacia ella, justamente por la insatisfacción constante que resulta de complacer nuestros pequeños y materiales deseos. La relajación no nos ayuda de manera cualitativa, no nos cambia de manera permanente. No podemos anular nuestro ego mediante técnicas de meditación, aunque los deseos compulsivos se detengan momentáneamente. El ego continuará empujándonos porque incluso es nuestra fuerza de desarrollo. ¿Qué hacer entonces?