Pésaj es mucho más que una historia que sucedió alguna vez, veamos la fiesta a través de la Cabalá.
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Egipto son las relaciones de separación, cada uno vive en el fango de su ego reinando el aprovechamiento y la desesperación, donde cada uno se preocupa principalmente de sí mismo, y que los demás mueran en el polvo. Israel es el estado opuesto una vida llena de alegría, amor al prójimo, responsabilidad mutua, un momento!! a quién queremos engañar, aunque vivamos en Israel estamos en las mismas condiciones de Egipto.
En Egipto quien manda es el faraón representante de la cultura del ego, a el le encanta instar, pelear, desconectar, dominar…
Moisés por el contrario es el representante de la conexión de Israel y sabe que no tiene chance de conectarse cara a cara con el faraón salvo que todo el pueblo esté unido.
Y ahora estamos listos para la salida de Egipto: la zarza ardiente , la vara y la serpiente, sangre, fuego, Jarosét ( mezcla de manzana , vino y nueces, utilizados en el plato de Pésaj ) y un brazo que aún está extendido, todo eso nos viene a contar a nuestra elección entre una realidad de odio y separación, o un camino de unión y esperanza.
Pero si decidimos buscar la unión a pesar de todo despertaremos a Moisés y descubriremos que es posible, a esto se le llama salir de Egipto en dirección a Israel en dirección a la conexión y cooperación entre todo aquel que viva aquí a pesar de todas las diferencias y oposiciones, no es simple hay que aprender a tragarse algunos sapos, sobreponerse, conceder como una familia, en realidad eso es lo que somos y lo que siempre fuimos, una gran familia que es un poco extraña y cuando pensamos en eso comenzamos a sentirlo así, porque estar libre, es estar juntos.