El cabalista en la práctica vive como cualquier persona, solo que con su actitud hacia el mundo, lo cambia positivamente..
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P. Quisiera preguntar, está dicho que tenemos que vivir una vida de entrega. ¿Cuál sería la agenda diaria del hombre que vive prácticamente una vida de entrega, en la práctica?
R. No cambia, no hay ninguna diferencia en la agenda de una persona que está en la Cabalá, porque todo depende de la intención, de mi trato a la vida.
Yo tengo que ir al trabajo, volver a casa, cuidar los hijos, estar en la sociedad, familia, sólo debo dirigir mis intenciones para que todo lo que (yo) haga, sea por el bienestar de la sociedad en general, no es sólo que tengo una familia, sino que mi familia es todo el mundo; y a eso tenemos que llegar, a esa preocupación, ¿qué pasa con el mundo en mis pensamientos?
Seguro que con mis acciones (yo) no soy capaz de preocuparme de todo el mundo, (yo) ni siquiera soy capaz de preocuparme de mi propia familia o de mi persona, no está en nuestro poder, sino que vemos que débil es el hombre e impotente, debe entender que le está pasando; lo único que si podemos hacer, digo lo único, porque todo el resto es manejado por el programa de nuestra naturaleza, es mi preocupación por el resto del mundo, el mundo es como una pequeña aldea y (yo) tengo que preocuparme de todos, y solamente de esa preocupación; ni siquiera en mis acciones (pues éstas se arreglan, se adaptan) pero de “mi preocupación” el mundo va a empezar a cambiar y lo veremos, podremos sentirlo, y por eso el orden de la agenda es el mismo.
Como está escrito el mundo sigue su rumbo, pero nuestra actitud hacia el mundo, eso, es lo que cambia al mundo.
