El punto de conexión se llama el punto en el corazón.

La persona no necesita nada aparte de este contacto con el Otorgante…

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Esto no es una melodía, es una canción de la persona que después del despertar el punto en corazón y después de un largo camino de preparación para el trabajo espiritual, pasa el Majsom.

La persona entra al mundo espiritual, pasa por todos los grados desde los mundos BYA hasta Atzilut, adquiere las vasijas de otorgamiento, llega a la adultez, y con esto se eleva al Rosh de Atzilut, donde su alma ya está preparada y es invitada a recibir la luz infinita, recibir para otorgar.

Y su alma se llena con esta luz, lo que se llama el banquete de los justos. Y ahora, sintiendo todas las preparaciones por las que pasó y todas las partes de este estado elevado, agradece a estas fuerzas por las que se elevó y las invita a un banquete, donde todas participan y él las puede sentir ya que ahora realiza esa gran adhesión con el Creador. La persona y el Creador se unen en sus vasijas internas.

La persona invita a los grados elevados que lo cuidaron cuando era pequeño y estaba en camino: Zeir Anpin y Maljut de Atzilut que dieron nacimiento al alma, que lo cuidaron y ayudaron a crecer de un estado a otro, entre la oscuridad y la luz.

Que lo guiaron para recibir todos los discernimientos, para hacerse más sabio y convertirse en adulto, hasta que pueda elevarse por encima de su deseo de recibir, sostenerlo y trabajar sólo para otorgar.

Y ahora, cuando se encuentra en ese estado de unión tan elevado con el Creador, canta esta canción “Asader Le Seudata“. Ahora, en esta comida sabática tan elevada, desde el mundo porvenir, desde el final de la corrección, la persona usa todos los medios, todos los fundamentos, las fuerzas internas y externas, toda su alma, los mundos que lo llevaron a ese estado, y llega al tiempo de conexión con el Creador, en una unión, en una vasija, en el banquete de los justos.