Estos ejercicios llevan a un estado que podemos llamar, “amor entre los miembros de la familia.”
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Aprendamos a ser una familia feliz
Todos somo amigos
Papá sirve a todos.
Mamá se preocupa por todos.
Las normas del taller son que no hay grande o pequeño.
* Todos son iguales.
* Podemos sentirnos más y menos grandes que los demás.
* Una vez yo digo lo que yo pienso y otra vez yo acepto lo que dice el otro; ¡acepto!, y de ese modo soy más pequeño que él.
* Cada uno empieza a desarrollar un sentimiento por los demás.
* No se contradicen, y obviamente que no discuten, sino aceptan… aceptan, se complementan, se complementan, hasta que comienzan a percibir así un flujo interno, que les permite estar de acuerdo entre sí.
En ese esfuerzo por estar de acuerdo alcanzamos una conexión, de la conexión comenzamos a sentirnos mutuamente.
Tratamos de llenar a los demás, como por ejemplo cuando tu tratas de llenar las necesidades de tu esposa y tus niños y ellos te lo retribuyen.
Estos ejercicios llevan a un estado que podemos llamar, “amor entre los miembros de la familia” y entonces esa relación mutua que nació es la que llamamos la “familia.”